domingo, 28 de junio de 2009

PRACTICA ATENCION Y MEMORIA.


Partiendo de que la percepción consiste en descifrar patrones significativos en medio de una masa desordenada de información sensorial y que la atención se encargaría de extraer los elementos que, en un momento dado, tomamos en cuenta como más relevante en una situación específica; podemos decir que ambas están intimamente relacionadas. Se suele atender a las cosas que interesan que interesan percibir y normalmente se perciben aquellas cosas a las que se atiende, siendo la memoria el arcón dónde guardamos dichas cosas.
Mediante los juegos comprobé que mi arcón está bastante, digo bastante, quiero decir muy apolillado. ¡Normal, después de tantos años en el desván!. Ahora toca restaurar.
En todas las actividades de la vida son necesarias estas habilidades. Sin la información sensorial no podríamos percibir las cosas, ni atender ni memorizar. Desde que nos despertamos, incluso antes, necesitamos de ellas para levantarnos, ir al baño, etc.. Si no percibiésemos los obstáculos o no les prestásemos la atención necesaria y no tuviésemos memorizado el trayecto para llegar a un sitio, lo más probable es que acabásemos lastimados y en sitios equivocados.
Lo mismo sucede con las actividades formativas, en las que estas habilidades son fundamentales para lograr un mejor aprendizaje. Los formadores debemos provocar la atención y la memorización a través de la estimulación.

2 comentarios:

  1. Genaro, a mí, particularmente, todos estos conceptos me resultan complejos; no sé si acudir a un psicólogo o psiquiatra para que me deje unos apuntes. Es curioso que me cueste tanto asimilar algo que hago a todas horas, consciente o inconscientemente.

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  2. Interesante, verdad Genaro?
    Es verdad Risko. La mejor manera de comprender todo esto es fijarse en uno mismo (y por ende, en los demás) para hacerse más consciente de cómo funciona. Como mecanismos básicos, funcionan en genral igual en tod@s nosotr@s. Al final sólo son los detalles de la forma los que nos diferencian. Vamos, que todos atendemos a según qué estímulos (unos el color rojo, otros la brillo blanco) y esa atención se relaciona con la motivación (unos aprender, otros promocionar,...), y sin ambas no hay aprendizaje.

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